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Recomendaciones para la agricultura

Efectos y control del flujo de aire en los sistemas de riego

El aire en los sistemas de riego debe ser rigurosamente controlado porque la presencia de burbujas y bolsas de aire, o su ausencia (vacío), pueden ser causa de problemas y ocasionar daños al sistema.

Problemas y daños ocasionados por la presencia de burbujas y bolsas de aire en la tubería de agua

  1. Perturbación del flujo en la tubería, a veces hasta una completa interrupción
  2. Altas pérdidas de carga y, por consiguiente, pérdidas de energía
  3. Golpes de ariete que causan daños en las tuberías, conectores y accesorios
  4. Lecturas falsas en los contadores (medidores) y válvulas dosificadoras, que conducen a la facturación por agua no consumida, a la infracción aparente de la cuota de agua asignada, al aprovechamiento insuficiente de las fuentes de agua disponibles y al suministro insuficiente a los cultivos (la planta recibe en efecto menos agua que la indicada por el aparato).
  5. Suministro deficiente de agua a los cultivos como resultado de las perturbaciones en el flujo y la acumulación de pérdidas de carga en los extremos de los sistemas
  6. Graves daños a las piezas giratorias de medidores, válvulas dosificadoras, aspersores y miniaspersores
  7. Daños por corrosión
  8. Riesgo de lesiones al personal a raíz de piezas que se desprenden con fuerza por efecto del aire que se libera a alta velocidad

Problemas y daños ocasionados por la ausencia del aire necesario en la tubería de agua

  1. Succión de partículas de tierra e impurezas con obstrucción de los goteros
  2. Succión de juntas, goteros y otras piezas dentro de los tubos
  3. Succión incontrolada de los agroquímicos inyectados en el sistema de riego
  4. Colapso de la tubería y accesorios a raíz de las presiones negativas (subatmosféricas)
  5. Riesgo de ondas extremas de presión y de golpes de cierre por la liberación de bolsas de aire
  6. Daños por cavitación

Control del flujo de aire en sistemas de riego por medio de las válvulas de aire de A.R.I.

Las válvulas de aire que se instalan en los sistemas de riego pertenecen a tres tipos principales: cinéticas, automáticas y combinadas (doble finalidad).

La válvula ventosa cinética libera grandes cantidades de aire de tuberías no presurizadas, y se utiliza por lo general al llenar el sistema. Estas válvulas pueden también introducir grandes cantidades de aire durante el vaciado de las tuberías y cuando la columna de agua se separa. Las válvulas cinéticas se denominan también válvulas de aire y vacío, válvulas de orificio grande, interruptoras de vacío, válvulas de aire de baja presión y válvulas de alivio de aire.

La válvula ventosa automática purga constantemente pequeñas cantidades de aire de las tuberías presurizadas. Se la conoce también como válvula de purga de aire automática o válvula de orificio pequeño.

La válvula ventosa trifuncional realiza las tareas de ambos tipos de válvula: cinética y automática. Dicho de otra manera, descarga o admite grandes volúmenes de aire durante el llenado o vaciado (respectivamente) del sistema y libera constantemente pequeñas cantidades de aire de las tuberías presurizadas.

La válvula ventosa trifuncional se denomina también válvula de aire combinada o de doble orificio.

La novedosa línea de válvulas de aire de A.R.I. Flow Control Accessories

A.R.I. ocupa una posición de liderazgo mundial entre los fabricantes de válvulas de aire. Los ingenieros de A.R.I. han desarrollado una amplia variedad de válvulas de aire fabricadas con materiales compuestos de avanzada tecnología y especialmente diseñadas para aplicaciones de agricultura y jardinería.

Las válvulas han sido diseñadas sobre la base del mecanismo que consiste en una goma desplegable de sellado o de cierre hermético, patentado por A.R.I., que reemplaza a la selladura directa de los orificios mediante flotadores. Este mecanismo y la configuración aerodinámica del flotador elevan la eficiencia de las válvulas de aire plásticas de A.R.I. gracias a los orificios más grandes, y mejoran su resistencia al golpe de cierre.

Este mecanismo ha permitido desarrollar válvulas más pequeñas, livianas y con excelente relación costo/beneficio. La válvula SG-10 mide sólo 87 mm de ancho, no más de 140 mm de altura y pesa sólo 330 gramos. Pese a sus reducidas dimensiones, la superficie del orificio llega a los 12 mm2, lo cual le permite liberar caudales de aire de 152 m3/h y resistir presiones de hasta 10 bar.

El mecanismo de autolimpieza de la válvula previene los taponamientos, fugas y adherencia de partículas a las superficies de sellado.

La válvula DG-10 mide sólo 180 mm de ancho y 209 mm de altura (incluido el embudo saliente de drenaje), y pesa sólo 1.1 kg. Aun así, la superficie del orificio automático llega a los 12 mm2, y la del orificio cinético a 804 mm2, lo cual le confiere la capacidad de liberar e introducir aire con notable eficacia, superior a la de otras válvulas más grandes y pesadas, caracterizadas por el arrastre y el cierre de golpe con una presión diferencial más baja. El mecanismo de autolimpieza de la válvula previene los taponamientos, fugas y adherencia de partículas a las superficies de sellado.

El equipo de investigación y desarrollo de A.R.I. ha desarrollado también la válvula ventosa cinética AV-010, una solución para los sistemas de riego de cultivos agrícolas y jardinería. Este producto fabricado con materiales compuestos se ofrece en tamaños de 3”, 2”, 1” y 3/4”. Es liviano, compacto y su precio es muy competitivo.